El Caballero Oscuro

CALIFICACIÓN: ****


FICHA TÉCNICA:
Dirección: Christopher Nolan. Intérpretes: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Gary Oldman, Maggie Gyllenhaal, Morgan Freeman. Guión: Christopher Nolan, David S. Goyer & Jonathan Nolan basados en los personajes de Bob Kane. Fotografía: Wally Pfister. Música: James Newton Howard, Hans Zimmer. Título Original: The Dark Night (Batman Begins 2). Nacionalidad: USA, 2008. Duración: 152 min. Género: Acción.

La reinterpretación de viejos mitos es uno de los recursos iconográficos más utilizados de la Historia. Desde las imágenes que tomó el cristianismo de religiones anteriores como la griega hasta temas más actuales como los últimos remakes que podemos encontrar en cualquier cartelera del mundo.
Cada una de ellas tiene un motivo, una finalidad: adaptar viejos recursos a tiempos contemporáneos. Puede que no compartamos las razones de retomar antiguos iconos en vez de generar algunos nuevos, o que su impresión en nosotros no sea la deseada. Sin embargo hay otros casos en los que poner al día estos mitos de otro tiempo no puede ser más acertado.
Estoy hablando de Batman, y sobre todo del singular lavado de imagen que le ha dado, por ahora, Christopher Nolan (uno de los directores actuales más interesantes) entre Batman Begins y la cinta que nos ocupa. Hay que tener en cuenta que el personaje creado por Bob Kane y Bill Finger en 1939 ya ha disfrutado de numerosas adaptaciones a la gran pantalla (7 contando The Dark Night) y en la pequeña también: la serie de la CBS de 1966 protagonizada por Adam West y otra de dibujos animados llamada Batman: The Animated Series (1992). Los cómics han sido su arte más prolífico, con numerosas historias y grandes clásicos como la revisión que hizo Frank Miller del personaje en 1986 en El Regreso del Señor de la Noche.
A éste último ejemplo es al que más se puede asemejar la trilogía que está creando Christopher Nolan sobre el hombre murciélago. Ya en Batman Begins demostró sus intenciones al trasladar al personaje a sus orígenes, escarbando en su pasado para conseguir un superhéroe más oscuro y violento, que defiende el bien espoleado por sus emociones, lejos de los patrones clásicos del héroe.
Nolan se alimenta, en parte, del cómic de Miller sobre todo para generar esa ambigüedad en las decisiones del personaje. El hombre detrás de la máscara duda sobre sus propia forma de ser: ¿es Batman la solución a los problemas o el que los genera? Nadie se había planteado esta pregunta hasta que Allan Moore llegó con The Watchmen debajo del brazo el mismo año que Miller hizo su revisión del hombre murciélago.
Pero dentro del mundo del cine es toda una novedad que se cuestionen las decisiones de los superhéroes, si salvamos esa lucha interior (y exterior) que mantuvo Superman con Clark Kent en Superman III. Antaño vistos como la solución a cualquier problema de una ciudad, como semidioses inmortales, ahora descubren su lado más humano (que siempre han tenido) para demostrar que las decisiones que los guían son muy terrenales.
Nolan sabe conjugar perfectamente estos dos elementos: el del superhéroe y el del ser humano que lo encarna. Pero lo hace sabiamente, sin remarcarnos continuamente que hay un hombre bajo la máscara: en la cinta hay tiempo para conocer los sentimientos que agitan a Bruce Wayne pero también para admirar cómo sabe desenvolverse en las escenas de acción.
Sin embargo ha habido algo que el director no ha sabido equilibrar del todo, aunque tampoco es culpa suya: Batman y su antónimo Joker no se encuentran al mismo nivel (interpretativo al menos). Lo que ha hecho Heath Ledger con el personaje marcará un antes y un después en los villanos de las películas.
Nolan también le ha impregnado de ese tenebrismo de la cinta (en eso está a años luz del Joker de Jack Nicholson y qué decir del que interpretó César Romero) para conseguir un producto más uniforme. Sin embargo todo el mérito es del desaparecido Ledger, cuyas expresiones parecen exageradas pero en realidad están calibradas al dedillo: no es el actor el que interpreta al Joker, sino éste el que ha tomado su cuerpo. Es por eso que le malo de la película transmite mucho más al espectador que el bueno, aunque no se lleve a identificar con las acciones de aquél por su brutalidad su exagerada perversión, es un personaje que atrae mucho más y que cada vez que aparece en pantalla eclipsa al resto.
Sin embargo hay un punto negativo que es bastante significativo. Nos encontramos con una historia muy madurada, compleja en sus significados y muy bien estructurada con múltiples personajes secundarios que ayudan en el desarrollo de la trama, pero sentían que algo les faltaba y que era indispensable poner: esos momentos de veneración patria hacia el superhéroe, que se sacrifica por los demás sin pedir nada a cambio. Tenían que hacer su obligada aparición esas frases que estamos hartos de escuchar en este tipo de películas, tan vacías de significado con los violines sonando de fondo que echan por tierra todo el magnífico trabajo que se había hecho antes.
Cuando uno las escucha no puede evitar pensar que si acaban diciendo esas cosas, todo lo anterior no ha tenido ningún sentido y que nos la han colado otra vez, que no sería la primera vez. Sin embargo pensándolo detenidamente no podemos hablar de El Caballero Oscuro como otra película más de superhéroes, sino más bien como las mejor película de superhéroes que se ha hecho hasta la fecha.
Es una pena que empañen con esos tópicos una película que no trata al bueno como un semidiós al servicio de la ciudad, sino como un elemento más de la eterna lucha entre el bien y el mal.

Carlos Sanz

Comentarios

....GooNie.... ha dicho que…
lo de ledger no es normal...
ya con la primera aparicion (el boli k desaparece...) toda la sala estaba con la boca abierta, y todos(o yo al menos) deseando que saliese en cada escena!
:)
jooo a mi me gusta michael caine..y nadie habla de el!
todos ke si el joker tal ke si el joker cual...y si no es por alferd batman ni existiria!
jajajaj
un saludo!!
:)