Cine en 3D

Ayer fue uno de los días que quedarán marcados en la Historia del Cine reciente, pese a que sea por algo ajeno al séptimo arte: Avatar ya es la película más taquillera de la historia con 1.858 millones de dólares recaudados en todo el mundo, por delante de la anterior película de Cameron y que lideraba el ranking desde 1997, Titanic (1.843 millones).
Sin embargo esto no quiere decir que Avatar sea la película más vista. Hay que recordar que el gran parte de su recaudación se debe a las sesiones en 3D, lo que supone un precio por entrada mayor del que no dispuso Titanic. ¿Pero por qué tenemos que pagar más por llevar unas gafas?¿De verdad compensan ese par de euros de más por lo que nos ofrecen?
Creo que este tipo de preguntas quedan a libre elección de cada uno. Por ahora vamos a resumir los tres principales formatos que existen en el cine de 3D y sus características. Dos de ellos utilizan el sistema de luz polarizada que debemos filtrar con ayuda de gafas especiales; el tercero, el XpanD, es diferente porque usa gafas activas.

RealD
Este sistema se caracteriza por usar un sólo proyetor que alterna las imágenes del ojo derecho con las del ojo izquierdo. La polarización se realiza de manera circular, por lo que el espectador no pierde la sensación de profundidad en la pantalla al move la cabeza.
Sin embargo este sistema requiere una pantalla especial que refleje la luz y mantenga la polarización de cada ojo. Las imágenes se reproducen a 144 frames por segundo para que el ojo no perciba la sensación de alternancia entre el ojo derecho y el izquierdo, y también para conseguir una percepción de película tradicional de 24 frames por segundo.
Este es el formato más común en cines comerciales, no ya en los IMAX.

Dolby-3D

Este sistema se similar al anterior en cuanto a que usa el filtrado de imagen. Su característica principal es que modifica las longitudes de onda de los colores primarios dependiendo del ojo que la vaya a recibir, es decir, el ojo derecho tiende a recibir una tonalidad más verde, apenas percebtible, mientras que el izquierdo se inclinará más por el rojo.
Digamos que este es el formato tradicional que se ha utilizado de forma casera pero que ha evolucionado tecnológicamente para que los verdes y los rojos no sean tan llamativos y se pueda disfrutar del color propio de la película.

XpanD
Este último sistema es, por ahora, el más sofisticado. Se utiliza principalmente en los cines IMAX donde la experiencia en 3D va más allá del cine comercial, ya que sus películas son realizadas para ser reproducidas exclusivamente en este formato.
Las gafas son mucho más gruesas que las de los dos sistemas anteriores, ya que dentro de ellas contienen un sistema electrónico y las baterias. Esto se debe a que son gafas activas, es decir, que trabajan durante la reproducción.
En todo momento se encuentran sincronizadas con el proyector, por lo que su cometido consiste en trabajar los filtros durante la sesión para adaptarse a las distintas imágenes que reproduce el proyector. Esto hace que la experienciaen 3D sea mucho más realista y con enormes posibilidades que todavía están por explorar dentro de la estética cinematográfica.

El debate de si merece la pena pagar ese plus o no por una sesión en 3D depende de cada uno, aunque supongo que esta misma cuestión se puede trasladar al terreno de pagar por ver una película tradicionalmente en el cine o bajártela gratis: si crees que merece la pena gastarte el dinero en ella, entonces hazlo.

Comentarios