Tarsem Singh (I)

No es nada nuevo ver que la industria cinematográfica se está nutriendo de directores que vienen de otros campos audiovisuales como por ejemplo del videoclip o de los anuncios de televisión. Muchos de los realizadores actuales hicieron sus primeros trabajos para la pantalla pequeña, hasta que dieron el salto al cine. Algunos de ellos ya están más que consumados, como es el caso de Spike Jonze (Adaptation, Donde Viven Los Monstruos) o Michel Gondry (Olvídate de Mi, Rebobine, Por Favor). Y mientras esperamos que el niño prodigio del videoclip actual, Chris Cunningham, dé el salto a la gran pantalla (se hablaba de una adaptación de la novela de William Gibson Neuromante), nos conformamos con analizar qué ha supuesto esta mezcla de estilos y cómo ha cambiado el cine actual de la mano de uno de sus principales ejemplos: Tarsem Singh.
¿Quién no recuerda aquél anuncio de Nike en el que Cantoná, Ronaldo, Figo y otras estrellas futbolísticas se enfrentaban a unos demonios en un antiguo circo romano?¿Cómo olvidarse de aquél anuncio de Levi's donde una fugitiva se cambiaba delante de una persona ciega que luego demostraba no ser tal?¿Y aquél otro de la mítica marca de vaqueros dónde un hombre no dejaba de bañarse en piscinas ajenas para demostrar que "cuanto más los lavas, mejor te quedan"? Todos ellos y el resto de vídeos que nombraré a continuación se pueden ver gratuitamente en la página web del director: www.tarsem.org

Tarsem Singh (26-05-61, India) es el cerebro creador de esos famosísimos anuncios. Sin embargo existe una larga lista de proyectos anteriores que le llevaron a realizar estos famosos anuncios. Se trasladó desde su país natal a Estados Unidos con 24 años para graduarse en el Art Center College Of Design de Pasadena. Uno de sus primeros trabajos no pertenece al mundo de la publicidad, pese a que le reportó una enorme aceptación por parte del público y de especialistas: el videoclip de Losing My Religion de REM, por el que fue galardonado con el Grammy a mejor vídeo musical en el año 1991. En él se pueden observar alguna de las características de lo que será su cine: los caracteres orientales, especialmente indios, gran impacto visual y especial trato de los colores.

Publicidad para televisión
Tarsem hizo unas declaraciones en el Festival de Sitges de 2007 en las que afirmaba que donde más cómodo se había sentido había sido realizando publicidad para televisión. En ellos había tenido total libertad para expresar sus ideas, una independencia de la que carece en los videoclips y en el cine. Mediante los anuncios es donde se puede observar el verdadero estilo del director, aunque sus películas hayan potenciado mucho más su vertiente visual.
Para Nike realizó dos comerciales más aparte del mencionado anteriormente. Uno de ellos se llama Gladiator, donde una skater recorre la ciudad esquivando los ataques de gladiadores romanos que no le dan ni un minuto de respiro. Quizá sea por sus primeros trabajos en el mundo del videoclip, Tarsem da mucha importancia a la música en sus obras, tanto en los anuncios como en sus películas. En Gladiator de Nike parece extraída directamente de una persecución de Tom y Jerry, quitándole dramatisco a la situación y convirtiendo en un juego algo tan serio como es que unos forzudos te ataquen con espadas o a lomos de un caballo.
Si seguimos en sus trabajos dentro de la compañía norteamericana, nos encontramos con otro excelente ejemplo de publicidad para televisión. El trabajo llamado Warriors que hizo para Nike sería una especie de antítesis de su propio estilo. Impacta visualmente pero no por sus deslumbrantes paisajes ni los planos generales que abarrotan sus películas: aquí el estilo es mucho más minimalista, reduciendo los planos a una especie de sala acorazada con el deportista. El ritmo de montaje va acelerando desde lo que podríamos llamar una situación normal donde los jugadores simplemente están calentando y preparándose para el partido, hasta una donde se mezcla el poder del ser humano con otros que provienen del mundo animal y el vegetal. Estas fusiones aparecen en forma de originales cascos, dando a entender que para ser el mejor hay que estar por encima de la dimensión humana, algo a lo que seguro te ayudará que te pongas la ropa de esa marca.

Para terminar el apartado de los trabajos publicitarios de Tarsem vamos a hacer referencia al más famosos de todos ellos y que ya citábamos al principio: Good vs. Evil de Nike. Realizado en el año 95, supuso un antes y un después para la publicidad de la compañía norteamericana, ya que desde entonces se ha seguido el patrón de realizar cada cierto tiempo este tipo de anuncios con futbolistas de renombre, a cada cual más original, como por ejemplo el de La Jaula. Ésta campaña viral llegó incluso a internet donde la gente podía votar cuál de todos los equipos ganaría el torneo. Muchos aparecieron después del realizado por Tarsem, pero ninguno consiguió superarlo. En la introducción se nos informa de que el partido tiene un propósito: el mal quiere acabar con el fútbol y sólo los mejores jugadores pueden detenerlo. Así que no puede haber un escenario más idóneo que un antiguo circo romano durante un eclipse. Las normas las pone el demonio: campo de fuego, un árbitro ciego, jueces de línea con dobermans y jugadores con botas de clavos en vez de botas de tacos. Sin embargo, los grandes héroes siempre apelan a la épica para sobreponerse a todo tipo de eventualidades y, puesto que son los mejores, consiguen acabar no sólo con sus rivales, sino con el mismísimo diablo. Ese plano del final donde Cantoná se sube el cuello de la camiseta para lanzar el último disparo ha marcada a toda una generación. La lucha entre el bien y el mal da ese punto extra de calidad a la obra, ya que no se trata de un motivo cotidiano y simple, sino que se refiere a la eterna disputa entre dos entes contrarios que no pueden existir el uno sin el otro. Con ello el anuncio ya no es un simple medio para mostrar un producto para que el consumidor lo compre: aquí lo que importa es el puro espectáculo visual, el disfrute del espectador ante ese tipo de imágenes que no tienen porqué estar relacionadas con una marca comercial. Si al final del vídeo elimináramos el logotipo de Nike, no pensaríamos que se trata de publicidad para televisión, sino de un cortometraje excelentemente realizado.
Este anuncio reúne lo mejor del estilo de Tarsem: una música acorde a los planos, efectos visuales realmente espectaculares, con una imaginación desbordante y sobre todo una puesta en escena de lo más cuidada, ultimada hasta el más mínimo detalle. Este es el elemento principal que caracteriza las obras de Tarsem: su estudiada puesta en escena, donde cada plano y cada elemento que aparece en él tiene su razón de ser y sirve a un propósito mayor.

Hasta aquí la primera parte de la obra de Tarsem Singh. En la siguiente analizaremos su paso al cine con sus, hasta ahora, dos largometrajes: The Cell y The Fall.

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