Alicia en el País de las Maravillas

CALIFICACIÓN: ****


FICHA TÉCNICA:
Dirección: Tim Burton. Intérpretes: Mia Wasikowska, Michael Sheen, Johnny Depp, Christopher Lee, Anne Hathaway, Helena Bonham Carter. Guión: Linda Woolverton, basado en la novela de Lewis Carroll. Fotografía: Dariusz Wolski. Música: Danny Elfman. Nacionalidad: Estados Unidos, 2010. Duración: 108 min. Género: Fantástico.

Recuerdo que durante mucho tiempo, el público en general pensaba que esa gran película de 1993 llamada Pesadilla Antes de Navidad fue realizada por Tim Burton, cuando éste sólo aportó la historia y los personajes, aparte de encargarse de la producción. ¿Por qué gran parte de los espectadores que la vieron en el cine, o posteriormente en distintos formatos de cine en casa, continuaron con la idea equivocada de que Burton estaba detrás de todo el proyecto? Es posible que el marketing que acompañó la promoción fuese uno de los culpables, puesto que el título de la película siempre iba acompañado de la coletilla "de Tim Burton", puesto que su carrera estaba más asentada que la del verdadero director, Henry Selick. O lo más probable es que cualquier espectador inmediatamente relacionara el estilo tan característico de Burton con el que se puede observar durante toda la película, concluyendo inevitablemente en que fue éste quien la había dirigido.
Ese estilo tan singular, que ha destacado a Burton por encima de otros directores de su generación y que, según las malas lenguas, fue el motivo de que le expulsaran como animador de la Disney, ya se adivinaba desde sus primeros cortos como el mítico Frankenweenie (1984) o en posteriores largometrajes como Beetlejuice (1988) y Eduardo Manostijeras (1990). ¿Qué ocurre cuando vemos su última producción basada en las novelas de Lewis Carroll? Ocurre exáctamente lo contrario que con Pesadilla Antes de Navidad: sabemos que Burton es el director por los créditos, no porque su estilo impregne la película. Esto no quiere decir que cualquier otro realizador podría haber firmado esta cinta: la imaginación que rebosa, los diseños de los personajes y de los escenarios concebidos de esa manera tan singular sólo están al alcance de muy pocos, y uno de ellos es Tim Burton. Sin embargo se echa un poco de menos esas atmóferas deprimentes, esos mundos bizarros con los que nos inundó en sus anteriores películas, por lo que el espectador termina con la sensación de que pudo haber sido algo más. Parece como si Burton hubiera tomado como punto de partida la cinta de Disney del 51 en vez de comenzar desde cero con las novelas de Carroll. El aire infantil y la influencia de la productora se aprecian durante todo el metraje, especialmente porque supone el extremo opuesto al estilo del director, por lo tanto el producto final es un punto intermedio entre los dos que no satisfará a los que esperen una nueva dosis de la estética Burton.
La cinta se desarrolla 13 años después de la antigua versión de Disney. Ahora Alicia es una mujer adulta que debe pensar en cosas serias y en entrar en el juego de la alta sociedad a la que pertenece. Ya no puede estar fantaseando como cuando era una niña, por lo que los problemas que nos presenta esta vez son mucho más reales. Este nuevo enfoque, puesto que las dos novelas de Carroll ocurren cuando Alicia es una niña pequeña, sí que es un elemento original para la historia. El trato que supone que la protagonista sea adulta hace que el destinatario final del film sea un público acorde a su edad, pese a que los niños pequeños también la disfrutarán. Este es sin duda uno de los elementos que ha reinterpretado Burton a su manera y que hay que destacar, puesto que dota de otra dimensión a la historia en general: Alicia ya no es una niña que disfruta con su viaje al país de las maravillas, que quiere quedarse allí porque se siente más identificada con los locos habitantes que la pueblan. Por el contrario sus sentimientos están más asentados en la vida que quiere vivir en el mundo real, al que tampoco encaja: demasiado niña para el mundo superior pero demasiado adulta para el submundo. La comparación entre esta Alicia y la de Disney es inevitable, especialmente porque Burton no tiene ningún reparo en tomar elementos de su predecesora para añadirlos a su obra, así como adaptar escenas que aparecían en la película animada del 51 para rodarlas en acción real. A partir de ella es donde comienza su trabajo.
Esta película también supone la primera película de Burton que se sube al carro del 3D. Es probable que el director abdicase más por presiones de la productora que por interés personal, puesto que en la película tampoco se aprecia un trabajo demasiado complejo de esta tecnología. Aparte de un par de escenas evidentes y unos planos realizados para que el espectador se sobresalte, el resto de trabajo de profundidad y relieve es prácticamente nulo, o al menos desaprovechado. Además la calidad de imagen es mucho menor, que en algunos casos de escenas oscuras no se llegaban a distinguir lo elementos que aparecían en pantalla y casi te obligaba a quitarte las gafas para poder observarlos.
Pese a todo esto, Burton vuelve a firmar un gran trabajo. Aunque sigue contando con sus actores fetiches: Johnny "Sombrerero Loco" Depp y Helena "Reina Roja" Bonham Carter, esta cinta no será una de las más destacadas de su filmografía, al menos de momento. Se quedará en otro ejemplo más de la enorme imaginación que alberga la mente de Burton y que gracias a un asombroso trabajo por ordenador ha conseguido plasmar en la pantalla. En este caso la madriguera del conejo no es la puerta de entrada al país de las maravillas, sino a la singular mente del director.

Carlos Sanz

Comentarios

CSF ha dicho que…
¿En serio que pesadilla antes de navidad no es de Burton? xq no la he visto pero siempre lo he creido así, jejeje.

Gran crítica que me deja la sensación de que no es necesario ver esta peli en 3D ¿me equivoco?