Charlie Kaufman habla de los prejuicios contra la animación


"It doesn’t seem like it’s taken seriously as a form. I mean, it’s weird to us that that’s the thing that it’s identified as: animation. Not that we made a movie, and it happens to be animated, because it’s a movie. It doesn’t have anything in common with the other movies in the animation category [of the Academy Awards]. I mean, it certainly has less in common with those movies than it does with live-action movies. It’s a weird prejudice, I think."

Estas son las recientes declaraciones que ha realizado el guionista Charlie Kaufman (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, Adaptation) a propósito de su última película como director y guionista, Anomalisa. En ella, Kaufman nos cuenta la historia de un motivador profesional que ve cómo la monotonía se va adueñando de su profesión y de su vida. Sin embargo todo cambia cuando conoce a una chica por la que está dispuesto a romper con todo lo que conoce hasta ese momento.

Dicho así podría sonar a una nueva película existencialista de Kaufman pero la novedad reside, y al menos a mi es lo que más me llama la atención, en que está realizada mediante la técnica del stop-motion, es decir, de figuras animadas manualmente. Tras todo el proceso de producción, y consiguiendo una nominación al Oscar como Mejor Película Animada, Kaufman ha querido pronunciarse sobre su primera experiencia dentro del formato, ya que hasta ahora sólo había trabajado con cine de imagen real.

Su denuncia pública del maltrato que lleva sufriendo la animación desde hace años tanto por el gran público como por la industria, relegándola a un cine familiar y en muchas ocasiones sólo para los más pequeños, tiene numerosos defensores, entre los que me incluyo. La animación ha demostrado históricamente que no es sólo un género, sino que es una rama paralela que aglutina y que reune todos los géneros que podemos encontrar en el cine de imagen real. Así que ¿por qué debe ser tratada como algo inferior, algo que no esté a la altura del cine de imagen real?

Creo que ya podemos encontrar muchos ejemplos que corroborarían las ideas de Kaufman y las de todos los aficionados a la animación. Sin embargo los prejuicios que se tienen en la industria y en general en la sociedad a este respecto van a tener que ir suavizándose poco a poco, por lo que podemos esperar bastante tiempo hasta que encontremos películas galardonadas en las categorías grandes por las Academias.

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