"Ed", de Taha Neyestani

Una de las cosas que más me gustan de la animación por encima del cine de imagen real es que no se muestra como un formato que límite la imaginación del autor. Es decir, que no se debe a formas, actores y escenarios reales, sino que sólo el animador es el que pone cerco a todos los elementos que aparezcan en la obra.

Un buen ejemplo es el corto que os traigo hoy, firmado por Taha Neyestani y ganador del Premio Annie a Mejor Película de un Estudiante el pasado día 6. En él, mediante un corto realizado enteramente por Photoshop, Neyestani desarrolla su particular homenaje no sólo al cine de animación, sino también al dibujo, a la pintura y a la larga tradición artística basada en un papel, un lápiz y un modelo.



Podemos observar cómo el dibujo puede llegar a ser lo que el animador quiere que sea: un espadachín del siglo XV, un bailarín, un vaquero del salvaje oeste, etc. Cualquier cosa que el animador tenga en mente puede convertirse en resultado final puesto que eso es lo mejor que tiene la animación, que no limita la creatividad. Y, afortunadamente, contamos actualmente con numerosos animadores en todo el mundo que tienen imaginación más que de sobra, y que nos regalan obras como esta.

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