Ante lo que se pueda suponer, esta Academia no sólo la forman artistas estadounidenses sino que la componen todo tipo de nacionalidades, entre ellos algunos españoles como Nacho Vigalondo, Agustín Almodóvar, el director de fotografía Javier Aguirresarobe, la actriz Maribel Verdú, el compositor Javier Navarrete, Borja Cobeaga o Javier Fesser. Lo normal es que todos los que sean invitados a formar parte de esta Academia acepten sin problemas, pero hoy nos encontramos con un caso contrario.
Isao Takahata, co-fundador del Studio Ghibli y uno de los grandes maestros de la animación actual, ha denegado la propuesta alegando que está "demasiado ocupado con el trabajo" como para dedicarle tiempo a sus funciones de académico. Es curioso que un director como él se escude en el estrés laboral, ya que, con 80 años, apenas realiza trabajos como director (sólo ha firmado cinco películas en los últimos 21 años). Sin embargo su animación es muy cuidada, mucho más experimental y personal que la de otros directores japoneses, como se pudo observar en la magnífica Kaguyahime no monogatari (2013), y por lo tanto sus producciones son mucho más largas y agotadoras.
Pese a esto, el Studio Ghibli cuenta con otros representantes dentro de la academia de Hollywood como el propio Hayao Miyazaki que ganó el Oscar en 2001, el productor Toshio Suzuki o el compositor y habitual en los trabajos de Miyazaki, Joe Hisaishi. Personalmente, como fan de las películas de Takahata, me parece una gran idea que no haya aceptado y así pueda dedicarle más tiempo a realizar todas las películas posibles mientras sea capaz.
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