Room

CALIFICACIÓN: ****



FICHA TÉCNICA:
Director: Lenny Abrahamson. Intérpretes: Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen, William H. Macy, Megan Park, Amanda Brugel, Sean Bridgers. Guión: Emma Donoghue. Fotografía: Danny Cohen. Nacionalidad: Irlanda. Duración: 118 min. Género: Drama.

Se podría decir que Room, la película que nos ocupa hoy, es uno de esos ejemplos de largometraje que es mejor ver sin conocer su argumento. Por ello no voy aquí a revelar nada de la trama principal, sino sólo desvelar cuáles son las virtudes que atesora y que la convierten en una gran película en casi todos los sentidos.

Sin duda su principal punto a favor es el dúo protagonista. Es una película dura, realista, que busca la naturalidada y verosimilitud en todo momento, y esto no se puede conseguir si los actores no son creíbles, si el espectador no siente automáticamente que lo que les está ocurriendo puede ser verdad. Tanto Brie Larson como Jacob Tremblay, madre e hijo en la película, están especialmente inspirados en sus representaciones y son la causa principal de que el conjunto funcione. No es fácil interpretar a unos personajes que se encuentran en la situación que viven los protagonistas de Room, pero gracias a ellos la atmósfera de la película adquiere un aura de verosimilitud desde el primer momento y ayuda a que el espectador se sumerja en ella.

Esta búsqueda de naturalidad es muy común y propia del cine social. Esta película es buen ejemplo de ello y el uso de elementos como la cámara en mano, una fotografía granulosa con colores muy apagados e iluminación natural, buscan también generar esa atmósfera de realismo que envuelva a los actores. Sin embargo, aunque son herramientas más que explotadas en la historia cinematográfica, especialmente en los últimos años, en este caso no transmite la idea de ser una película sin identidad, que simplemente se limita a copiar los recursos que han hecho triunfar a otros largometrajes anteriores, sino que también pretende aportar su singularidad y su propia personalidad.



La realización de Lenny Abrahamson, que ya se dio a conocer al mundo con ese experimento cómico/musical llamado Frank (2014), donde ya demostró que es capaz de sacar lo mejor de sus protagonistas aunque en ningún momento se les vea la cara, pasa inadvertida pero no porque sa deficiente, sino por que es consciente de dónde se encuentran los elementos a explotar de la película. El epicentro dramático de la trama está en los dos protagonistas, en cómo evolucionan durante el metraje de maneras muy diferentes, partiendo del mismo punto, y en cómo debe tratarlos para que sean ellos los que llenen los planos, sin artificios.

Y es que el guión de Emma Donoghue, basado en su propia novela, es duro pero también es esperanzador, optimista. Y lo mejor de todo es que aglutina una historia muy larga, donde ocurren numerosos puntos de giro, aparecen innumerables obstáculos y surgen nuevos personajes que no dejan de aportar y enrriquecer una historia que por otra parte podría haberse quedado demasiado corta.

Afortunadamente este no es el caso y nos encontramos una película que tiene mucho que ofrecer, con gran cantidad de elementos a "disfrutar" y que está hecha para conocer los límites del ser humano en las situaciones más extremas. Pese a poner a los personajes en estas situaciones, no deja de perder ni un ápice de su verosimilitud, lo que es muy difícil de conseguir.

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