Winter, el primer corto de Pete Docter

Ahora que aún estamos con la resaca de la última edición de los Oscar celebrada el pasado domingo en Los Ángeles, me gustaría destacar el premio recibido por Pete Docter como director del Mejor Largometraje Animado del año, Inside Out. Personalmente, y aunque había grandes nominadas en esa categoría este año como Anomalisa o Omoide no Mânî, la última película del Studio Ghibli, creo que era la candidatura más fácil de vaticinar por la calidad de la ganadora.




Y es que aunque Pete Docter sólo cuenta con tres largometrajes firmados como director, vaya tres películas: su debut se produjo con Monsters, Inc. (2001), su confirmación llegó con la grandísima Up (2009) y su consagración llegó el año pasado con el estreno de Inside Out, donde confirmó que es un director que saba contar historias, historias además muy complejas, y que a la vez se arriesga en sus propuestas y no es nada conformista.

Sin embargo su tradición cinematográfica viene de muy atrás, de sus años de estudiante en CalArts, el California Institute of the Arts, donde estudiaron todos los grandes animadores del Hollywood actual ya que servía como cantera de creadores para Disney. En estos primeros años de carrera, ya podemos observar ejemplos de cortos realizados por John Lasseter, Andrew Stanton o el propio Pete Docter que nos demuestan su manera de pensar y de trabajar ya desde una edad muy temprana.

El vídeo que os traigo hoy es el primer cortometraje que dirigió Docter durante su etapa infantil. Se trata de Winter y lo realizó en 1988. Basado en una historia real que le ocurrió a su hermana, nos muestra a un niño pequeño asombrado y excitado al ver la nieve por primera vez, por lo que no puede reprimir sus deseos de salir a jugar en ella. Sin embargo no todo sale como él esperaba. El vídeo está introducido por el propio Docter, explicando su historia, por lo que el corto propiamente dicho no empieza hasta el minuto 1:49.





Como el propio Docter confirma, se centra en los sentimientos y en la expresividad del personaje, lo que unido a la universalidad del mensaje consigue que el espectador se identifique con el protagonista desde el primer momento. Todos nos hemos sentido así cuando hemos visto la nieve, como una nueva oportunidad de juegar con algo desconocido, lo que además viene reforzado por el tinte cómico que toma la historia por la sobreprotección de la madre. Un gran ejemplo de que en pocos segundos se puede contar una gran historia y hacer disfrutar al espectador con ella.

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