Batman v. Superman: Dawn of Justice

CALIFICACIÓN: *


FICHA TÉCNICA:
Director: Zack Snyder. Intérpretes Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Diane Lane, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy. Guión: David S. Goyer & Chris Terrio. Fotografía: Larry Fong. Música: Hans Zimmer & Junkie XL. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 153 min. Género: Fantástico, Acción.

"Puede ocurrir que de un buen guión salga una mala película, pero jamás veremos una buena película que haya partido de un mal guión". Esta frase, del gran Alfred Hitchcock, es una máxima que todos los directores de cine deberían tener en cuenta antes de iniciar la producción de sus obras. Si no cuentas con una buena base sobre la que cimentar el resto de elementos de la película, no continúes, mejora esos cimientos, púlelos, y a partir de ahí comienza a construir.

Desgraciadamente no sabemos qué pasó por la cabeza de Zack Snyder cuando tomó las riendas de este proyecto (a los productores se les puede justificar, ya que desde el principio se veía que iba a ser un éxito de taquilla). Teniendo entre manos un material tan prometedor como una película con Batman y Superman, sin ningún problema de presupuesto, con un reparto más que decente, pero con un guión horroroso, es normal que la película resultara como ha resultado.

La historia es un completo despropósito, en todos los sentidos imaginables. Unas veces lenta, otras veces demasiado acelerada, con unos diálogos realmente lamentables y momentos que producen vergüenza ajena, y sin sentido entre las escenas. Quizá este sea el fallo más desagradable y evidente de la película: cada escena que se muestra no parece tener correlación con la anterior, ni sentido con la siguiente, por lo que el espectador se encuentra permanentemente desamparado y desubicado dentro del conjunto. No terminas de sumergirte en la historia no sólo porque no sea atrayente por su sinsentido y lo previsible que resulta, que también, sino porque no termina de conducir nuestra atención hacia un objetivo concreto, hace un final elaborado.


Esta manera de exponer los acontecimientos a trompicones, forzadamente y sin un rumbo determinado marcan el desarrollo de todo el metraje, desde los primeros momentos. Es inevitable que al contar la historia de esta manera, el espectador no termine de conectar con los personajes puesto que van variando de una escena a otra sin ninguna explicación, sin ningún sentido aparente. David S. Goyer es un "especialista" en estas cosas, y no vamos a enumerar sus trabajos previos pero parece que los méritos por el guión de Dark City (Alex Proyas, 1998) le han llevado inexplicablemente a trabajar en las mayores superproducciones de los últimos años, especialmente en adaptaciones de superhéroes de DC. Ha vivido de las rentas de Christopher Nolan demasiado tiempo.

Pero no todo es malo en la película. Hay un elemento en concreto que invita a la esperanza, aparte de Wonder Woman, y es el Batman interpretado por Ben Affleck, tanto por él como por el personaje. Quién iba a decir que Affleck iba a ser el actor ideal para interpretar a ese Bruce Wayne madurito, viviendo más de viejas glorias que del presente pero aún con mucho que decir, que ideó Frank Miller en Batman: The Dark Knight Returns (con explícito homenaje en la película). Todo un acierto que puede suavizar un poco el cambio del Batman de Nolan por otro nuevo.


Esta importancia y atracción del hombre murciélago en la película eclipsa al resto de personajes, especialmente a su compañero protagonista Superman. En Man of Steel (Zack Snyder, 2013) ya comprobamos que este Superman no iba a ser un personaje que pasaría a la historia de las adaptaciones de superhéroes, y en esta película se ha confirmado. Demasiado plano, mucho más secundario que Batman, sin identidad propia y sobre todo sin explotar sus puntos fuertes, o por lo menos sin un interés en mostrar algo único de él, algo que lo individualice del resto de superhéroes.

En definitiva, parece que Batman v. Superman: Dawn of Justice ha sido sólo una excusa de Warner para intentar conseguir lo que está alcanzando Marvel con su superhéroes: un gran grupo de adaptaciones de cada uno de ellos que no sólo arrasen en taquilla sino también que estén bien hechas (aunque sin grandes alardes). De momento esta gran primera obra coral de DC ha sido un fracaso, aunque sólo en el nivel artístico porque en el económico no es así, y lo único que podemos sacar en claro de más de dos horas y media de metraje es que habrá muchos más superhéroes de DC que llegarán en los próximos años. Esperemos que esos sí estén a la altura.

Carlos Sanz

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