Las nuevas tecnologías, la realidad virual, las redes sociales y los dispositivos móviles son una constante en la sociedad actual. Cada vez queremos estar más interconectados con nuestros amigos y pasamos más tiempo socializando en el mundo virtual. Esta forma de vida está provocando que internet y las redes sociales se conviertan en un ámbito más ¿realista? de lo que es el mundo real en cuanto a relaciones sociales. Y sobre todo nos estamos convirtiendo en seres más dependientes de estas herramientas.
Esto es lo que pretende analizar el diseñaor Keiichi Matsuda en su corto Hyper-Reality, pero de una forma tremendamente original. Ya hemos visto películas en las que la interacción del ser humano con distintas interfaces de internet se producen de maneras muy diferentes, y también de la casi esclavitud y la ausencia de anonimato que tenemos con estas redes.
Todo ello es lo que propone Matsuda en el corto pero de forma muy visual, y sobre todo muy crítica. En apenas 6 minutos no sólo expone un mundo modernizado y completamente saturado de información sino también los problemas que puede provocar el dejar toda nuestra vida en manos ajenas, en poder de corporaciones que sólo la toman para enriquecerse.
Aunque parezca sacado de un capítulo de Black Mirror, el corto es un claro ejemplo de lo que puede ocurrir cuando nos convertimos en subordinados de la tecnología, cuando excedemos el uso que le damos más allá de lo normal. Pero además de esto lo hace desde un punto de vista muy original y con un gran diseño, además de con un gusto muy metódico por la ambientación y por los pequeños detalles de este mundo virtual. Disfrutádlo.
Esto es lo que pretende analizar el diseñaor Keiichi Matsuda en su corto Hyper-Reality, pero de una forma tremendamente original. Ya hemos visto películas en las que la interacción del ser humano con distintas interfaces de internet se producen de maneras muy diferentes, y también de la casi esclavitud y la ausencia de anonimato que tenemos con estas redes.
Todo ello es lo que propone Matsuda en el corto pero de forma muy visual, y sobre todo muy crítica. En apenas 6 minutos no sólo expone un mundo modernizado y completamente saturado de información sino también los problemas que puede provocar el dejar toda nuestra vida en manos ajenas, en poder de corporaciones que sólo la toman para enriquecerse.
Aunque parezca sacado de un capítulo de Black Mirror, el corto es un claro ejemplo de lo que puede ocurrir cuando nos convertimos en subordinados de la tecnología, cuando excedemos el uso que le damos más allá de lo normal. Pero además de esto lo hace desde un punto de vista muy original y con un gran diseño, además de con un gusto muy metódico por la ambientación y por los pequeños detalles de este mundo virtual. Disfrutádlo.
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