Narcos

CALIFICACIÓN: *****


FICHA TÉCNICA:
Creador: Chris Brancato. Intérpretes Wagner Moura, Pedro Pascal, Boyd Holbrook, Joanna Christie, Maurice Compte, Stephanie Sigman, Ana de la Reguera, Bruno Bichir. Guión: Chris Brancato. Fotografía: Mauricio Vidal, Lula Carvalho, Adrián Teijido. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 10 capítulos. Género: Drama, Biográfico.

De unos años para esta parte, cualquier serie que se realice en Estados Unidos y tenga como tema central el mundo de la droga, es inevitable que se compare con The Wire o con Breaking Bad. Ambas demostraron que teniendo como eje central de la trama el mismo tema, se pueden hacer obras diametralmente opuestas, tanto por narración como por estilo. Ejemplo de ello son ellas mismas, ubicadas en ciudades diferentes, con un tono completamente distinto, y personajes que no se repiten en ninguna de las dos.

Y cuando parecía que el tema de la mafia también estaba más que abarcado dentro de las series con The Sopranos, llegan en Netflix y se sacan otro as de la manda. Y ya llevan unos cuantos. Porque Narcos tiene cosas de todas ellas, cosas que las hicieron grandes, pero a la vez tiene una identidad propia: sabe elegir los puntos fuertes de su material y explotarlos concienzudamente, ayudados por una gran calidad de producción en todos los aspectos.

Porque aunque la producción sea estadounidense, la historia requería que el grueso de la historia, por no decir toda, se desarrollara y narrrara en Colombia. Y así sucede: tanto las localizaciones como el idioma están ideados para recrear el Medellín de los 80 y toda la épica y surrealista historia que convirtió a Pablo Escobar en el narcotraficante más importante del mundo. A este respecto cabe destacar que la mayoría de los actores son o directamente autóctonos, o al menos latinos, por lo que la barrera del idioma y su búsqueda de verosimilitud no son un problema, aunque desgraciadamente esto sea una excepción. Es realmente frustrante encontrar actores que deben rodar escenas en español y que teóricamente están capacitados para ello, y el resultado sea una serie de incongruencias y frases sin sentido ni para los propios hispanohablantes.


Sin embargo, si hablamos de la calidad de la producción, no podemos dejar de referirnos a Wagner Moura y su papel de Pablo Escobar. Como epicentro de la acción, de la historia y de la trama principal, si la serie debía ser creíble y simular una historia real (y que el espectador la tomara como tal), el actor protagonista debía ser completamente creíble. Moura era una apuesta arriesgada puesto que no es colombiano sino que su idioma materno es el brasilero, y teniendo en cuenta que todas sus conversaciones serían en español, parecía un factor abocado al fracaso. Nada más lejos de la realidad: Moura es sin duda la razón suficiente como para ver Narcos y nos regala un personaje complejo, muy bien definido e indivudualizado, el eje perfecto sobre el que desarrollar el resto de la obra.

Todo esto también tiene el aliciente de la calidad en el guión y en la dirección de los capítulos. No hay ninguno que desentone por encima de otros, sino que todos ellos muestran un ritmo frenético con una historia que no deja de desvelarnos nuevos giros que nos mantienen con ganas de conocer más detalle de la surrealista historia. Y es que se trata de un argumento que, de ser completa ficción, habría caído en la exageración y la inverosimilitud. Sin embargo podríamos decir que Narcos es la clara excepción que confirma la regla: esta vez es la realidad la que supera a la ficción, aunque la ficción sea casi insuperable.

Carlos Sanz

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