Orange is the New Black

CALIFICACIÓN: ****


FICHA TÉCNICA:
Creador: Jenji Kohan. Intérpretes Taylor Schilling, Laura Prepon, Danielle Brooks, Taryn Manning, Laverne Cox, Michael Harney, Uzo Aduba, Michelle Hurst, Kate Mulgrew, Jason Biggs, Natasha Lyonne, Pablo Schreiber, Nick Sandow. Guión: Piper Kerman, Jenji Kohan. Fotografía: Vanja Cernjul. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 13 capítulos. Género: Drama, Comedia.

La cuarta y hasta el momento última temporada de Orange is the New Black ha sido bastante atípica, o más bien anárquica. Desde el principio ha tenido un tono muy concreto y muy comedido: aunque toda la historia se desarrolla en una prisión de mujeres, el pesimismo y la frustración que viven los personajes dentro de la prisión está muy suavizado con momentos cómicos muy ligeros, sin entrar en el género propiamente dicho. La serie no pretende ser una parodia de la vida en la cárcel, aunque sea de mínima seguridad, sino que siempre ha buscado el realismo de sus prisioneras con continuos flashbacks de su vida anterior y su comparación tras ser encerradas.

Pero esta última temporada ha cambiado mucho el tono, y con sólo trece capítulos ha dado un giro de 180 grados en el estilo de la serie: el final de la tercera temporada fue el momento más optimista e incluso más feliz de la serie, con ese momento de libertad de los personajes en su breve fuga y su bautismo en el lago fuera de las alambradas y los muros de la prisión, como epifanía de su redención. Se antojaba un final que invitaba a la esperanza no sólo para ellas sino también para el espectador, después de todo lo que las había ocurrido en tres temporadas. Sin embargo esta última se ha encargado de cortar de raíz todas esas presunciones.


Con la excusa de la privatización de la prisión, el convertirla en un negocio rentable y en ingresar a más prisioneras sin ampliar las instalaciones, el centro se convierte en una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento, y que lo hace concretamente entre los tres últimos capítulos de la temporada.

Decía que ésta había sido bastante anárquica porque se encuentra en esos momentos en los que una serie ya está muy asentada, ya lleva decenas de capítulos de trama, pero aún puede desarrollar nuevas líneas argumentales. Y Orange is the New Black en concreto es una de esas series con un enorme reparto, con personajes a cada cuál más interesante y perfectamente definido, y con el aliciente de que están obligadas a convivir de la mejor manera posible puesto que no tienen otra opción. Sin embargo, todo ese enorme abanico de personalidades, de subtramas y arcos de transformación aún se encuentran en proceso de desarrollo, y por eso los dos primeros tercios de la temporada están más centrados en este aspecto que en la historia global de la prisión.


No me refiero a esto como un punto negativo, en absoluto, puesto que los diálogos y las escenas están perfectamente construídos y ejecutados, pero sí que pueden desentonar con los capítulos finales, mucho más emocionales y tomando a los personajes como entes corales más que individuales. A este respecto podríamos decir que esos diez primeros capítulos sirven para asentar las bases de todo lo que va a ocurrir al final, que tampoco se precipita en un final que deje flecos sin tocar. Pero sí que supone un cambio radical con lo que supuso la tercera temporada.

De momento la serie ya ha sido renovada para tres temporadas más, pero parece que esta cuarta va a ser el punto de inflexión de toda la historia. Lo que antes podía hacerse más llevadero o los problemas que los personajes solucionaban fácilmente, ahora ya no será así: la serie ha entrado en un estado en el que no da respiro a su reparto y que poco a poco las va sumiendo más y más en la desesperación. Para ejemplo, las vivencias que vive el que, a mi parecer, es el mejor personaje de la serie: Red. Cómo al principio lo tenía todo controlado, parecía más poderosa que los propios guardias pero en la cuarta temporada se ha convertido en un muñeco en manos del destino, que ha hecho con ella lo que ha querido y la ha llevado a vivir algunos de sus peores momentos de la serie. Veremos qué más nos tienen reservado sus guionistas.

Carlos Sanz

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