Finding Dory

CALIFICACIÓN: ***


FICHA TÉCNICA:
Director: Andrew Stanton & Angus MacLane. Intérpretes: Ellen DeGeneres, Albert Brooks, Ed O'Neill, Kaitlin Olson, Hayden Rolence, Ty Burrell, Diane Keaton, Eugene Levy, Sloane Murray, Idris Elba. Guión: Andrew Stanton, Victoria Strouse. Música: Thomas Newman. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 103 min. Género: Aventuras, Comedia.

Es curioso que en los últimos años se le haya empezado a achacar a Pixar falta de originalidad en sus películas, basándose en que están comenzando a realizar demasiadas secuelas. Hay que recordar que la tercera película del estudio era, precisamente, una secuela de su ópera prima y que cuatro años después de su predecesora aún supieron dar una vuelta de tuerca a esos icónicos juguetes y crear otra historia maravillosa. Las secuelas no tienen porque ser algo negativo, siempre y cuando sean capaces de aportar algo nuevo a esos personajes y justificar su creación, como volvió a ocurrir con Toy Story 3.

Sin embargo, el estudio también ha demostrado ser capaz de equivocarse, y de crear obras muy por debajo del nivel que son capaces de dar. Precisamente se trata del caso de otra secuela, Cars 2, que a mi parecer es la peor película del estudio con diferencia. Y hasta el momento también habían trabajado en nuevas historias de películas previas como en Monsters University, aunque aquí se trataba de una precuela.


Este año han vuelto a experimentar con las segundas partes y eligieron la grandísima historia de Nemo para desarrollar su continuación, y parece que no ha salido todo lo bien que querían y que debían. Para empezar el planteamiento inicial de Finding Dory es muy similar al de su predecesora, pero con papeles cambiados: en esta ocasión Dory es la protagonista y la que se pierde, y son Nemo y su padre los que se encargan de buscarla. Por supuesto no es una historia mimética, sino que se le añaden algunas variantes con giros de guión y encuentros previos al tercer acto.

Pese a esto, la sensación, sobre todo incial, de que ya hemos visto la película, es inevitable. Desde el principio pierde frescura y todo resulta más previsible, sin el efecto sorpresa que supone enfrentarse por primera vez a una obra tan diferente. Sin embargo según se desarrolla el metraje se van aportando nuevos elementos que la diferencian de su predecesora, especialmente con la introducción de personajes nuevos.

Y este es quizá el punto que más lastra a Finding Dory: sus personajes, especialmente el protagonista. Pixar siempre ha destacado por un gran trabajo de personajes, por individualizarlos y hacerlos lo más realistas posibles. Y en Finding Nemo también era así, pero ahí Dory era un mejor personaje secundario, que en ese rol aportaba numerosos elementos a la trama y acompañaba a Marlin como protagonista. Sin embargo en esta secuela, al dotarle de más peso y de un mayor protagonismo, en el sentido más literal de la palabra, el conjunto se resiente ya que no es un personaje creado para ser el epicentro de la historia.


Está demasiado caricaturizado desde su origen como para ser el guía del resto, como para que el espectador espere de él que se convierta en el centro dramático de la historia. Algo similar ocurrió en Cars 2 al darle más protagonismo a un personaje como Mate, cuya omnipresencia fue uno de los argumentos para rechazar la película. Sin embargo en Finding Dory se trabaja mucho más a la protagonista mediante flashbacks y se hace especial hincapié en su personalidad y se la destaca por encima del resto del reparto.

Andrew Stanton intenta salvar algo que parecía más abocado al desastre que al éxito, si tenemos en cuenta la filmografía de Pixar en cuanto a las secuelas de sus películas. Y finalmente consigue una película bastante decente que hace demasiado uso de fórmulas de éxito explotadas por su predecesora. Sin embargo, el estudio debe comenzar a plantearse si realmente deben justificar sus producciones por lo que recauden en taquilla o porque quieren crear historias únicas y conmovedoras como a las que nos tienen acostumbrados. De momento el año que viene se viene otra secuela, Cars 3, que podría ser la puntilla a estas críticas (in)justificadas en torno a la falta de original de la productora.

Carlos Sanz

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