Doctor Strange

CALIFICACIÓN: ***



FICHA TÉCNICA:
Director: Scott Derrickson. Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams, Mads Mikkelsen, Tilda Swinton, Benjamin Bratt, Michael Stuhlbarg, Scott Adkins, Zara Phythian. Guión: C. Robert Cargill, Scott Derrickson, Jon Spaihts. Fotografía: Ben Davis. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 115 min. Género: Fantástico, Acción, Comedia.

Una de las cosas que mejor está haciendo Marvel con sus adaptaciones cinematográficas es conseguir que cada una de ellas forme parte de un conjunto mayor, que cada película tenga sentido dentro de un todo. Está claro que en Marvel tienen grandes planes para sus superhéroes y que pretenden conseguir una gran historia formada de pequeñas tramas de cada una de sus películas, con secuelas y demás. Esto queda claro especialmente con la que es su penúltima película hasta la fecha, Captain America: Civil War, que en principio va a suponer un punto de inflexión en todo este entramado de largometrajes.

A esto se le añade las apuestas por nuevas adaptaciones, como la que nos ocupa hoy, y como tantas otras que aún están por llegar. Al incorporar estos superhéroes a un universo ya más que afianzado, es difícil que encajen desde el primer momento, y un ejemplo claro es lo que ha ocurrido con Doctor Strange. La película es demasiado independiente a esta idea de adaptaciones conjuntas, parece que el personaje no se encuentra en el mismo universo que el resto de superhéroes y, aunque sí hay referencia a ellos con pequeños detalles, no se transmite la idea de que puedan trabajar juntos en un futuro.


Esto es algo especialmente remarcable y, aunque no afecta a la calidad de la película como tal, es curioso que no se haya cuidado este aspecto cuando en anteriores obras se hacía tanto hincapié en intentar suavizar o incluso hacer desvanecer las fronteras que seaparan a los distintos superhéroes.

Además de esto, aunque se trata de uno de los personajes más interesantes y aprovechables con los que cuenta Marvel, la adaptación no está a la altura. Esta idea del héroe que sufre una experiencia traumática al final del primer acto para posteriormente resurgir de sus cenizas durante el resto de metraje es algo demasiado utilizado en el cine de acción, y especialmente en el cine de superhéroes (véase Iron Man o Hulk).

El argumento y su desarrollo con corre ningún tipo de riesgo, no intenta aportar algo nuevo a estas adaptaciones y a sus ya manidas herramientas. Parece que han descubierto la clave para que estas películas simplemente se desarrollen, bajo un estándar muy básico, y son reutilizadas hasta la saciedad. No tenía porqué ser algo negativo si no hubieran mostrado en otros ejemplos, como en Captain America: Civil War, que se pueden desarrollar otro tipo de historias de manera más interesante.

En este caso se vuelve a reincidir en un guión demasiado previsible y simplón, con personajes estereotipados que únicamente cumplen su rol dentro del conjunto, sin salirse de los márgenes. Además el humor que tanto ha caracterizado a las películas de Marvel, esa idea de equilibrar acción y comedia, en esta ocasión está utilizada de una manera muy brusca, rompiendo en algunos momentos la tensión o el dramatismo de la escena. En este aspecto es un humor muy alejado al de, por ejemplo, Guardians of the Galaxy.


Sin embargo, afortunadamente, no todo es negativo en la película. El aspecto visual es simplemente brillante, impactante y deslumbrante. Las escenas de acción y los efectos visuales eclipsan todo este apartado del guión y la historia y "sobornan" al espectador, obligándole a obviar todas las partes negativas. Gracias a esto la película se convierte en un espectáculo visual muy atractivo, jugando con efectos de planos, con cambios y distorsiones de escenarios como ya vimos en Inception, pero desde un punto de vista mucho más espectacular y subordinado a la acción.

También hay que decir que éste precisamente es el punto fuerte del personaje, y que una adaptación suya debía haber invertido en este aspecto para poder estar a la altura. Afortundamente así ha sido y, especialmente la introducción, es una auténtica declaración de intenciones. La parte negativa es que el listón se pone tan alto desde el principio que el resto de la obra no está a la altura, y se va desinflando poco a poco sólo salvada por los efectos visuales. Pese a esto, y que ni mucho menos es una de la mejores adaptaciones de Marvel, son casi dos horas de puro entretenimiento y de mantener al espectador con los ojos fijos en pantalla para no perderse ningún detalle.

Carlos Sanz

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