La La Land

CALIFICACIÓN: ***


FICHA TÉCNICA:
Director: Damien Chazelle. Intérpretes: Emma Stone, Ryan Gosling, John Legend, Rosemarie De Witt, J.K. Simmons, Finn Wittrock, Sonoya Mizuno, Jessica Rothe, Jason Fuchs, Callie Hernandez. Guión: Damien Chazelle. Fotografía: Linus Sandgren. Nacionalidad: Estados Unidos. Duración: 127 min. Género Musical, Drama, Romance, Comedia.

Si repasamos un poco la increiblemente corta carrera de Damien Chazelle como director, ya que esta es "sólo" su tercera película como director, podemos observar que hay un gran tema que está muy presente en todas ellas y por lo tanto en la mente del creador: la música. En su ópera prima, Guy and Madeline on a Park Bench, el jazz impregna la historia y el estilo, más cercano a la Nouvelle Vague que al clasicismo norteamericano, pero donde ya se denotaba una predisposición por el musical.

En su segundo largometraje, Whiplash, que supuso un gran reconocimiento tanto para él como para su reparto, investigaba sobre la ansiedad y la presión a la que se ven sometidos los músicos profesionales durante su periodo de formación, por lo que de nuevo el jazz servía como base no sólo para ambientar la historia sino también para condicionar la creación de personajes. Y en su última obra sucede lo mismo: esa predisposición por el género musica que nació en Nueva Orleans se ha convertido en un sello característico de sus películas y de nuevo aparece en La La Land, aunque de manera diferente a lo que se vio en sus dos anteriores largometrajes.


En esta ocasión no sirve como base en torno a la que desarrollar el resto de la historia, como principal fuente a partir de la cual crear sus personajes, sino que es más una motivación y una reivindicación de un arte que se está perdiendo, de un estilo único que está desapareciendo. Esto es al menos lo que guía a uno de los personajes, interpretado por Ryan Gosling, en su cruzada personal por reubicar al jazz donde se merece. 

Esta podría ser una mitad de todo el conjunto, la del personajes masculino. Por otra parte está la del femenino, interpretada por Emma Stone, una joven actriz ajena a todos los problemas de los músicos y de los shows en directo ya que está más preocupada por encontrar su hueco en la industria cinematográfica. A partir de aquí se genera una historia de amor de manera muy clásica y todo ello aderezado con unos cuantos números musicales.

Este clasicismo no sólo se refiere a la creación de la historia y a la propia idea que sirve de motor de la misma, sino también por ejemplo a la creación de los números musicales. Denotan una gran influencia de los números clásicos, con movimientos de cámara y ritmos que terminan en épicos finales, pero Chazelle a la vez le aporta a la historia pequeños detalles que chocan frontalmente con esta tradición tan arraigada, como el uso explícito de nuevas tecnologías que supone un contraste muy fresco e interesante.
 


Además de esto, el dúo protagonista está a la altura de las expectativas y componen una pareja bastante creíble, sobre todo en los números musicales. El guión por otra parte cuenta con algunos momentos bastante lúcidos, especialmente en ciertas conversaciones que tiene la pareja protagonista sobre sus objetivos, que consiguen transmitirnos mucha información sobre ellos de forma muy sutil, pero que por otra parte es bastante conservador. Da la sensación de que utiliza fórmulas que han funcionado en anteriores ocasiones para que el conjunto se pueda sustentar. 

Es curioso comprobar cómo esta película auna los dos ejes centrales de sus anteriores películas, el romanticismo de su ópera prima con la pasión por el jazz que demostró en Whiplash. Es una especie de compendio de dos temas en uno, aunque curiosamente el de la música que es el que siempre ha estado más presente en sus obras, también como guionista en algunos trabajos, en esta queda más reducido a un segundo plano. Es como si se hubiera traicionado a si mismo, y la pasión por la música que tiene dentro, en esta ocasión ha quedado solapada por la pasión que ha querido conseguir con la relación entre los dos protagonistas.  

Carlos Sanz

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Pocas películas me hacen mirar más allá de lo que son y me hacen ver el trabajo de vestuario, banda sonora, fotografía... y aparte de eso, que te haga sentir cosas. ESO es arte! Aquí en España ha sido estrenada en pocos lados no? me da que después de los Oscar va a haber reestreno...
La boca del libro ha dicho que…
Hace poco fui a ver la película al cine y me gustó: el color, el baile, la banda sonora, etc. Pero creo que me esperaba más chispa, música y baile y quizá más elementos efectistas. En cualquier web de cine encuentras la lista de los musicales a los que se hacen referencia en la película y es asombroso; sin embargo da la sensación de que los críticos de Hollywood no podían pasar eso por alto: "anda, hablan de nosotros, ¡qué bien!", y lo mismo con ciertos encuadres del cine clásico. Pero disfruté viéndola y me emocioné. Y si eso lo ha conseguido una película, está más que aprobada.
Por cierto, hace tiempo vi también Whiplash. Esa si sé que es intensa (y agónica) XD.

Un saludo :D

María BS
Sonsoles ha dicho que…
Interesante crítica... no me llamaba mucho la atención pero me voy a plantear ir a verla!