Vikings

CALIFICACIÓN: ****½


FICHA TÉCNICA:
Creador: Michael Hirst. Intérpretes: Travis Fimmel, Clive Standen, Katheryn Winnick, Gabriel Byrne, Jessalyn Gilsig, Gustaf Skarsgård, George Blagden, Tadhg Murphy, Diarmaid Murtagh, David Pearse, Vladimir Kulich, Donal Logue, Alyssa Sutherland, Thorbjørn Harr. Guión: Michael Hirst. Nacionalidad: Irlanda-Canadá. Temporada: 4º. Duración: 20 capítulos. Género: Drama, Bélico.

Es difícil hablar de la cuarta temporada de Vikings sin revelar ningún spoiler. Y es que si por algo se ha caracterizado la serie desde que se estrenó en 2013, es por el frenético ritmo que siguen cada una de sus temporadas. Si a esto le añadimos que la cuarta temporada se ha dividido en dos partes, diez capítulos que vieron la luz entre febrero y abril del año pasado y otros diez entre noviembre y enero de este año ya, podéis imaginaros la de cosas que han pasado en ellos.

Porque desde el principio Vikings destacó por su ritmo aunque muchos la asemejaron con Game of Thrones, aunque no tengan nada que ver en cuanto a estilo, aunque sea completamente histórica, y aunque no esté basada en una saga literaria con una gran legión de fans previa. Sin embargo la principal diferencia que existe entre ambas es que, sin desmerecer en nada a la gran serie de la HBO, en Vikings suceden muchos hechos importantes en casi cada capítulo.


Es interesante comprobar en qué situación se encuentran los personajes y la historia en general al comienzo de una temporada y dónde están al final. Esto ya sucede en temporadas normales, pero en esta última ha ocurrido por partida doble al tratarse de dos temporadas en una (recordemos que las anteriores estaban formadas cada una por diez capítulos, y esta cuenta con veinte en total). En esta vuelve a suceder lo mismo y cada uno de los personajes principales sufren una gran variedad de altibajos en cada capítulo, que les llevan a encontrarse en situaciones inesperadas y muy diferentes de las de su origen.

Lo difícil de mantener este ritmo durante tantas temporadas es conseguir que la historia y los personajes no pierdan su esencia, que no se convierta esa ventaja de la serie en un arma de doble filo y acabe lastrándola. Sin embargo en Vikings los personajes son tremendamente interesantes. El protagonista, Ragnar Lothbrok, catalizador de todas las subtramas que se desarrollan, sirve como un importante punto de conexión entre el resto de caracteres debido a su enorme singularidad. Teniendo en cuenta que una serie, en general, tiene una historia más larga en duración que una película, Ragnar es posiblemente el protagonista de una de ellas que más puede mantener su peculiaridad e interés sin asignarle un objetivo claro. Es decir, que sin un propósito general que condicione sus acciones y consecuentemente las del resto de personajes, consigue que el conjunto no pierda sentido y no pierda su atractivo.


A él se le unen otros grandes personajes que esconden muchas sorpresas que se resuelven durante esta doble temporada, como Rollo y su "exilio" con los francos, Bjorn que debe asumir el liderazgo tras la temporal ausencia de su padre o Lagertha y sus ansias de recuperar lo que es suyo. A ellos, con ya una larga carrera de historias conjuntas y diferentes momentos importantes en la trama general, se les unen los otros cuatro hijos de Ragnar, que en la segunda parte de la temporada tienen un papel capital que posiblemente sirva como introducción para obtener un mayor protagonismo en las próximas temporadas, especialmente Ivar.

De momento parace que esos serán los focos dramáticos principales sobre los que se sustentará la serie en sus próximas temporadas. Sin embargo si por algo nos ha sorprendido Vikings en estos años es en que todo puede pasar dentro de unos límites razonables. Este ritmo del que hablaba en principio, también se convierte en su peor enemigo puesto que mantiene un nivel muy alto en la mayoría de sus capítulos lo que provoca que los que no mantienen ese nivel destaquen más. Igualmente, estos suelen ser muy pocos capítulos dentro del conjunto. Lo que sí tenemos en todos es acción, intrigas entre reinos, gran rigurosidad histórica y también algunas traiciones, además de un gran número de puntos de giro que nos mantienen expectantes de qué será lo siguiente que ocurrirá a estos grandes personajes.

Carlos Sanz

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