Desde que en 2013 Hayao Miyazaki estrenara su última película, El Viento se Levanta, y que anunciara por enésima vez su firme voluntad de retirarse definitivamente del trabajo de realizador, no ha vuelto a sacar ningún largometraje. De momento solo ha estrenado un corto, Boro the Caterpillar, pero únicamente en el cine del Museo Ghibli.
Sin embargo, si algo nos ha dejado claro Miyazaki desde que tras el estreno de La Princesa Mononoke anunciara que se iba a retirar, es que eso nunca va a suceder. El propio Toshio Suzuki, productor de sus películas y presidente de Ghibli confirma en una entrevista lo que todos sabemos: Miyazaki es una persona que seguirá haciendo películas hasta el último día, no es capaz de llevar una vida alejada de la animación.
Sin embargo su proceso de realización ya no es tan rápido como lo era hace unos años. El propio Suzuki afirma que sus producciones contaban con un plan de realización de la película de 5-10 minutos al mes, o una hora al año, aproximadamente. En anteriores producciones Miyazaki cumplía este planning pero actualmente no. Hace tres años y medio que comenzó su último largometraje, Kimi-tachi wa Dō Ikiru ka y de momento va a un ritmo de 1 minuto dirigido al mes, lo que hasta el momento supone un 15% del total de la obra.
No sabemos cómo continuará la producción durante los próximos meses, pero las previsiones no son muy halagüeñas. Con 78 años no sabemos cuánto tiempo se podrá alargar el proceso, pero lo que esperamos es que Miyazaki nos vuelva a regalar otra obra maestra con su personal estilo. De momento va para largo.
Sin embargo, si algo nos ha dejado claro Miyazaki desde que tras el estreno de La Princesa Mononoke anunciara que se iba a retirar, es que eso nunca va a suceder. El propio Toshio Suzuki, productor de sus películas y presidente de Ghibli confirma en una entrevista lo que todos sabemos: Miyazaki es una persona que seguirá haciendo películas hasta el último día, no es capaz de llevar una vida alejada de la animación.
Sin embargo su proceso de realización ya no es tan rápido como lo era hace unos años. El propio Suzuki afirma que sus producciones contaban con un plan de realización de la película de 5-10 minutos al mes, o una hora al año, aproximadamente. En anteriores producciones Miyazaki cumplía este planning pero actualmente no. Hace tres años y medio que comenzó su último largometraje, Kimi-tachi wa Dō Ikiru ka y de momento va a un ritmo de 1 minuto dirigido al mes, lo que hasta el momento supone un 15% del total de la obra.
No sabemos cómo continuará la producción durante los próximos meses, pero las previsiones no son muy halagüeñas. Con 78 años no sabemos cuánto tiempo se podrá alargar el proceso, pero lo que esperamos es que Miyazaki nos vuelva a regalar otra obra maestra con su personal estilo. De momento va para largo.
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