El próximo Festival de Cannes, que celebrará su 73ª edición del 12 al 23 de mayo de este año, ha anunciado que hará un homenaje a una de las cintas icónicas que han pasado por allí: In The Mood For Love de Wong Kar-Wai. Y es que la primera vez que se pudo ver la película en una sala de cine fue precisamente en el Festival de Cannes, el 20 de mayo del año 2000.
Por eso, coincidiendo con el 20 aniversario de su estreno se realizará un reestreno del largometraje de Kar-Wai completamente restaurado y en 4K. La restauración se ha realizado a partir del negativo original y ha sido dirigida por Criterion y L’Immagine Ritrovata de la Cineteca de Bolonia bajo la supervisión de Wong Kar-Wai.
Aunque el director ya tenía una trayectoria muy particular y personal antes de estrenar esta película, fue con In The Mood For Love donde demostró que su estilo está muy alejado de otros artistas, que es capaz de contar historias de una forma tan sutil y elegante que no importa la complejidad del tema y sobre todo que es capaz de regalarnos unas imágenes bellísimas que se graban a fuego en nuestra memoria.
La película no sería lo mismo sin el dúo protagonista, Tony Leung y Maggie Cheung pero sobre todo sin la fotografía de Christopher Doyle que nos dejó esos fotogramas tan característicos y reconocibles. Una película obligada para cualquier amante del cine, sobre las relaciones humanas y cómo hablar de ellas sin contar nada.
Por eso, coincidiendo con el 20 aniversario de su estreno se realizará un reestreno del largometraje de Kar-Wai completamente restaurado y en 4K. La restauración se ha realizado a partir del negativo original y ha sido dirigida por Criterion y L’Immagine Ritrovata de la Cineteca de Bolonia bajo la supervisión de Wong Kar-Wai.
Aunque el director ya tenía una trayectoria muy particular y personal antes de estrenar esta película, fue con In The Mood For Love donde demostró que su estilo está muy alejado de otros artistas, que es capaz de contar historias de una forma tan sutil y elegante que no importa la complejidad del tema y sobre todo que es capaz de regalarnos unas imágenes bellísimas que se graban a fuego en nuestra memoria.
La película no sería lo mismo sin el dúo protagonista, Tony Leung y Maggie Cheung pero sobre todo sin la fotografía de Christopher Doyle que nos dejó esos fotogramas tan característicos y reconocibles. Una película obligada para cualquier amante del cine, sobre las relaciones humanas y cómo hablar de ellas sin contar nada.
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